La pura verdad es que no he leído libro de Manuel Puig que no me haya fascinado, ya sea por su trama, por sus giros inesperados o por lo maravilloso de sus historias. Hace ya unos cuantos años leí el Beso de la Mujer Araña y literalmente me desveló, sumado a la fortuna que tuve de terminar de leerlo en Nueva York que es el lugar donde transcurre la historia. En otra entrada retomaré este libro junto a mis anotaciones del momento. Luego de ello quise más de Puig y así leí Boquitas Pintadas y la Traición de Rita Hayworth. Pasados casi 8 años me reencontré con Puig este verano buscando novelas de autores Argentinos o Latinoamericanos para gozar de una lectura distendida. Al ver Pubis Angelical supe que se vendría conmigo, era inevitable que se tuviera presente las sensaciones de los libros anteriores.
Pubis Angelical narra dos historias en paralelo que tienen puntos de conexión aunque suceden en espacio – tiempo diferentes. Por un lado tenemos a una mujer enferma en una clínica que a través del diálogo con sus visitas o su propio cuaderno de anotaciones recuerda su vida en Buenos Aires. Lo llamativo de esta historia es la conexión con hechos políticos de la Argentina y los debates por más interesantes que se presentan acerca de la realidad político-social del país basados en una clara y contundente exposición de los personajes.De alguna manera, hay puntos de conexión con la vida de Manuel Puig al igual que en toda su obra. Pero sigamos.
La otra historia comienza allá por los años 30 en Europa Central, pasa a Estados Unidos (Hollywood ¡por supuesto!) y llega al futuro en una especie de historia de ciencia ficción. Este recorrido está algo anclado en lo esotérico o parapsicológico y realmente es atrapante. En ambos casos uno quiere saber mas de los personajes, de las historias, de su continuidad…
En todo el libro Puig hace honor a su estilo basado en la vida cotidiana, en los deseos y pensamientos femeninos, en lo popular dicen algunos. Sin embargo, Pubis Angelical tiene una vuelta de tuerca más, uno siente al leerlo que se está perdiendo de algo… que debe repasar algunos puntos, que se está diciendo mucho más que lo leído. Como sea, y sin querer meterme a contar toda la historia, les recomiendo que lo lean…va… les recomiendo que lean a Puig.
Reconozco que no quedé desvelada como en otros casos pero sí disfruté y me dí el gusto de reflexionar bastante sobre los personajes. Por último, les paso algunos links de Manuel Puig que pueden resultarles de interés.http://www.literatura.org/Puig/Puig_por_Piglia.html
http://www.manuelpuig.com/
“Pero volvamos a las razones de ser de este diario. Un momento, ¿por qué digo volvamos? ¿No estoy sola acaso? ¿o este diario es una excusa para contarle cosas a alguien? ¿A quién puede ser? ¿o es conmigo misma que hablo? ¿Me estoy desdoblando? ¿Qué parte de mí le habla a qué otra parte?La verdad es que me cae gordo, como dicen acá los mexicanos, ese plural. En Argentina diríamos, me cae pesado. Diríamos, otro plural. Me parece que estoy encubriendo algo, mis ganas de hablar con alguien que de veras, lo pienso y lo pienso, no sé quién es. Tal vez papá, si viviera. Mamá no, porque sé perfectamente lo que contestaría a todo. Según ella una mujer tiene problemas porque quiere, porque pretende ser hombre y no mujer.”
Parte I, Capítulo II: 24
Publis Angelical, Editorial Seix Barral, Buenos Aires, 2004
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